Wagnerianos, flâneurs, hombres-masa

Los ambientes sinestésicos en la arquitectura fin-de-siècle

Autor (es) del articulo
Eduardo Prieto

Resumen

Con su énfasis en la contaminación entre las disciplinas, así como en el papel que otorgan a la integración de los sentidos humanos en la percepción del espacio, las investigaciones contemporáneas sobre las “atmósferas” habitadas tienen un antecedente apenas señalado por la historiografía: la arquitectura fin-de-siècle. En la Francia de finales del siglo XIX la sinestesia se convierte en un tema de moda que, procedente de la recién fundada estética psicológica, pronto desbordará sus primitivos límites para alcanzar la arquitectura; en Alemania, por su parte, la noción romántica de la Gesamtkunstwerk encontrará en el teatro de Wagner un nuevo campo donde las artes colaborarán para producir sorprendes ambientes oníricos. En paralelo, la percepción sinestésica se transformará en el leitmotiv de las instalaciones concebidas para el disfrute multisensorial de los miembros de una incipiente cultura de masas, y dará pie a arquitecturas tan lúdicas como técnica­mente sofisticadas: las construcciones para ferias internacionales. Los ambientes sinestésicos para flâneurs, wagnerianos y hombres-masa serán, así, el germen de los pabellones electroacústicos de Le Corbusier, Iannis Xenakis o Charles y Ray Eames, y de las experiencias de integración ambiental entre las artes propias de Jean Labatut, Charles Moore y, en general, buena parte de las vanguardias de las décadas de 1950 y 1960.

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