Das Rote Haus

La casa se inserta en un barrio industrial en desuso que comienza a renovarse, entre edificios históricos. La caprichosa forma triangular del terreno se convierte en la configuración final de la planta. Los muros existentes de los deslindes constituyen los límites mismos de la casa. Ese límite espacial adquiere un espesor verde donde la vegetación local que se ha reincorporado se acompaña con plantas exóticas de otros lugares formando un paisaje diverso de flora y fauna que, en conjunto con los espacios interiores, colman el lugar. Si la relación a nivel del terreno con la naturaleza es de una convivencia paisajística, la cubierta funciona como un techo verde y funcional que permite la producción de alimentos, sostenida por una estructura de perfiles industriales roja, la estructura de la casa roja.